(A pocos minutos para el
anochecer. En un viejo cementerio se encuentran dos hermanos. El primero, de
apariencia un poco mayor, está sentado en un banco cercano al cementerio, sin
embargo se levanta cuando ve al segundo hombre aparecer. Dylan, el primer joven,
de pelo moreno desordenado; lleva unos vaqueros negros con botas y una chaqueta
de cuero vieja. El segundo, Jack, lleva unos vaqueros azules, playeras, y una
cazadora marrón que hace destacar su pelo rubio.)
Jack: ¿Has estado en el
cementerio?
Dylan: Sí, con Teresa
Jack: ¿Con Teresa?
Dylan: Sí
Jack: ¿Y Teresa? ¿Dónde se
encuentra ahora?
Dylan: (mirando a Jack con el
ceño fruncido) ¿Cómo que dónde se
encuentra? Pues justo aquí, a mi lado, como siempre. Sabes qué día es hoy y
hemos ido a llevarle flores a Samantha. Deberías tener un poco más de respeto.
Jack: (suspirando mientras se
acerca a su hermano) Lo siento Dylan, tienes razón, no debería haber dicho eso.
¿Qué te parece si os llevo a ti y a Teresa a casa? Está comenzando a hacer
frío.
Dylan: (asintiendo y abrazando al
aire) De acuerdo, vamos cariño.
Acto dos:
(Jack sin su hermano. En una
consulta decorada con un gran escritorio y una estantería repleta de libro a
los lados. Jack, con la misma ropa que en el acto anterior. El Dr. Roldán,
sentado en una silla frente a Jack, lleva gafas de pasta y una bata blanca)
Dr.: (sorprendido) Jack, ¿qué
haces aquí?, no te esperaba esta noche.
Jack: (Bajando la mirada) Ha
vuelto a ocurrir. Mi madre me llamó porque no podía encontrarlo así que me
acerqué al cementerio y allí estaba de nuevo, con Teresa. Y ya no sé qué hacer.
Al principio, cuando despertó del accidente, tuve la esperanza de que
mejoraría, todos lo creíamos, pero han pasado cuatro años. Cuatro años y aún no
he recuperado a mi hermano. Tú eres el
especialista, así que dime ¿Qué puedo hacer?
Dr.: Jack, sabes que aprecio
mucho a tu hermano pero, no hay forma de ayudarlo. Tras el accidente, no fue
capaz de asimilar la muerte de Teresa y de su hija. Así que, su mente, incapaz
de afrontar la realidad lo empujó a un trastorno esquizofrénico paranoide.
Jack, sé que es difícil, pero tienes que comprender que para tu hermano, su
esposa no murió hace cuatro años. Para él sigue viva.
Jack: (con una mirada de dolor)
No puedo más, aquella noche no solo perdí a mi sobrina y a mi cuñada. Mi
hermano, mi otra mitad, está enterrado junto a ellas. Ese hombre que he dejado
en casa es un desconocido para mí, a veces pienso que sería mejor si hubiese
muerto.
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