19 feb 2015

Jodidamente perfecta

Aiden:

Si tuviera que definirla en una palabra, sería cabezota. Elena era la persona más cabezota que habitaba en el planeta aunque también he de decir que era la chica de la que estaba locamente enamorado.
La había conocido en el primer año de universidad y desde que la vi por los pasillos con la mirada perdida y su camiseta de los Rolling Stones, sabía que sería la única. Bueno, puede que esto no sea del todo cierto y me esté tomando cierta libertad creativa para hacer que nuestra historia suene mejor...
Esta vez voy con la verdad. Sí, es cierto que la vi en el pasillo y que usaba una camiseta de los Rolling Stones, pero no me habría fijado en ella si no hubiese chocado contra mí. Nunca olvidaré sus primeras palabras: 
Deberías mirar por donde vas En ese instante me eche a reír, ella chocaba conmigo pero sin embargo la culpa mía. No podía creerlo pero le seguí el juego y respondí:
 Tienes toda la razón, creo que debería acompañarte a tu próxima clase para evitar que algún otro despistado choque contra ti Y ahí comenzó todo.
Tuvimos muchas discusiones. Después de todo ya os he dicho que era una cabezota, para Elena sólo existía una manera de hacer las cosas y esa era la suya. Era una científica hasta la médula y se encontraba en proceso de veterinaria. Sin embargo, yo me había graduado en comunicación audiovisual y ahora estudiaba Publicidad.  Así que sabía utilizar programas de edición como Photoshop o Premier y reconocía que eran muy útiles para la edición. Pero ella se empeñaba en decir que podía lograrse lo mismo a través de programas como Photoscape.  Con el tiempo descubrí que el remedio más eficaz para acabar con una discusión era darle un beso y evitar mencionar cualquier programa que se alejase de aquellos de uso básico para cualquier estudiante, es decir  Word, Excell o Power Point. Nunca se lo diré a ella, pero prefería Prezi a Power Point para las presentaciones. Alejándome  de  este  defecto suyo,   Elena  era  una  persona  especial que me despistaba. Sabía que era muy inteligente y perspicaz. Sin embargo siempre era la última en pillar todos los chistes. También era una persona muy responsable y puntual, para todo menos para los trabajos, que realizaba a altas horas de la madrugada, según ella, trabajaba bien bajo presión.
También era una persona creativa y detallista. Por eso puedo aseguraros que las citas nunca me parecieron nada especial hasta que la conocí a ella.
¿Parece que todo es perfecto verdad?, eso pensé yo también. Pero Elena era mucho más complicada de lo que yo creía. Decía que estaba dañada y no importaba lo que yo le dijese, no podía ver lo que yo veía cuando la miraba. Estaba cegada por la versión de sí misma que ella se había imaginado y  no sabía cómo ayudarla.
Era la chica de mi vida, sabía eso. Como también era capaz de sentir que me quería tanto como yo a ella. Durante los 4 años que duró nuestra carrera pude conocer todas sus versiones y cuando estaba bien, todo era perfecto. Pero con el tiempo estar bien fue convirtiéndose en algo pasajero.
Aún recuerdo la última vez que la vi, nos habíamos graduado y la iba a llevar de vacaciones a Irlanda,.
Desconozco el  porqué, pero ella siempre había adorado esa ciudad. Así que quise darle una sorpresa, pero el sorprendido fui yo. Cuando vi su cara sabía que algo no iba bien, pero nunca pude prepararme para sus palabras:
Aiden, sabes que te quiero. Pero no puedes ser feliz con media persona. No puedo ver cómo te arrastro conmigo al precipicio. Eres un luchador y vas a llegar muy lejos, pero solo si te dejo ir. Me gustaría que quererte fuese suficiente, pero no lo es. Necesitas a alguien mejor que yo. Sé que estás enamorado de mi parte buena, pero no siempre puedo ser esa chica… No entendía que no tenía ninguna parte, solo estaba enferma. Pero aunque así fuese, yo estaría enamorado de ambas.
 Va a sonarte a frase tópica y sabes que odio los clichés pero en este caso es cierto. Realmente pienso que eres el amor de mi vida. Sé que eres tú, pero ahora no es el momento. Mañana me voy del campus y no voy a volver a contactarte. Por favor, conviértete en el gran Publicista que sé que estas destinado a ser. Pero sobre todo sé feliz. dijo esto y  tras darme un beso en la mejilla, desapareció de mi vida. Intenté ponerme en contacto con ella, pero se había esfumado.  Después de un  tiempo  en el que mi   mejor  compañero  fue  el  whisky,  salí adelante y a los 27 ya trabajaba en Publicis como director creativo.
Soy consciente de que no tengo una mala vida y me encanta mi trabajo, pero aún hay noches en las que me permito viajar al pasado y la recuerdo. En todos estos años no he sido un virgen, pero ninguna chica ha sido capaz de darme lo que ella me daba. Al menos espero que este donde este, se encuentre bien y que sea feliz.

Elena:

Jueves 21 de octubre de 2010:
Querido diario, hoy he vuelto a perderme en mis pensamientos. He dejado que los recuerdos me alejasen del presente y el tiempo ya ha demostrado que nunca sale nada bueno cuando me quedo a solas con mi mente.
De nuevo, me he mirado al espejo con la esperanza de que esta mañana el reflejo me mostrase algo diferente. Pero solo he visto los mismos ojos marrones con demasiadas ojeras y la cara alargada cubierta por una melena castaña ondulada.
El espejo ha vuelto a enseñarme a esa chica, que tanto conozco y que tantas veces me gustaría olvidar.
Cualquiera diría que a los 20 años podría haber madurado, pero aún me persiguen los mismos fantasmas y empiezo a temer que no vayan a desaparecer. Son como mi sombra, a veces se oculta si el sol no se esfuerza en sacarla de su escondite, pero siempre está ahí.
Me he dado cuenta de que las cosas no van a cambiar.

Martes 15 de febrero de 2011:
Hoy nos han dado las notas, como siempre mis calificaciones no se alejan del notable, aunque no puedo sentirme orgullosa por ello. Si somos sinceros los dos sabemos que no ha requerido mucho esfuerzo.
Lo más notable del día ha sido que he acabado el libro que te mencioné ayer.
Ya sé que te cuento esto casi todos los días, pero la historia de anoche era realmente perfecta, parecía real y mientras me perdía en las páginas mi mundo parecía distinto. Se ambientaba en Irlanda, pero estoy segura de que eso ya lo has imaginado, como me gustaría poder pisar de verdad todos esos lugares.

Domingo 29 de Mayo de 2011:
Esta tarde he abierto el baúl de los recuerdos y he sacado mis álbumes de fotos, cualquiera diría que la niña rubita de la sonrisa perfecta soy yo. Aunque lo que más me ha sorprendido ha sido no poder recordar la cara de mi padre, ya sabes que le eliminé de todas las fotos, pero nunca pensé que olvidaría su rostro. Ahora es como si nunca hubiese existido.
También he visto a mi madre. Ya sabes que siempre he pensado que era preciosa, parecía tan feliz… Como puede engañarnos una imagen.
Ver su sonrisa me ha hecho desear crear buenos recuerdos. Hoy Aiden me ha pedido salir oficialmente y creo que voy a decirle que sí, puede que esta sea la mejor decisión que he tomado o el mayor error de mi vida. Supongo que ya te lo contaré.

Depresión, la palabra fue como un jarro de agua fría para mí. No tenía depresión, el psicólogo estaba equivocado. Era verdad que a veces estaba triste y que a pesar de lo que me decía mi familia o mi novio sabía que estaba gorda y que era fea. Pero ¿depresión?,  yo no estaba deprimida solo era realista y además todo el mundo tiene derecho a estar algo de bajón de vez en cuando. ¿Qué importaba si últimamente no quería salir de la cama? Sólo era un periodo de descanso.
Aún recuerdo como si fuese ayer el día que mi madre me obligó a ir a terapia. La odié en ese momento pero no estaría donde estoy si no hubiese reconocido mis problemas. Hoy en día me he dado cuenta de que cada persona es como es y que no merece la pena amargarse por no poder ser otra persona.
Cuando estaba en la universidad tenía muchos problemas. Como muchas adolescentes tenía una mala relación con mi madre y aunque no lo reconociese, me encontraba en periodo de duelo por el abandono de mi padre. Aunque no podía recordarlo el temor a la pérdida me consumía, intenté ser perfecta para que no pudiesen dejarme, pero nadie es perfecto. Cuando me di cuenta de que ser perfecta no era una opción, decidí al menos no ser una  decepción. Y no puedes decepcionar a quien no espera nada de ti. No me daba cuenta de que me estaba decepcionando a mí misma.
No me enorgullezco de esos años de mi vida. Pero no los cambiaría porque el dolor me ayudó a convertirme en una persona más fuerte. Además, en esa época conocí a una de las personas más importantes de mi vida: mi ex novio Aiden.
Todavía recuerdo la primera vez que le vi tras chocar con él y como  no pude evitar fijarme en sus ojos marrones y en su pelo rubio despeinado. Decepcionarle a él ha sido uno de los golpes más duros de mi vida. Pero no estaba preparada para quererle como merecía, no podía tener una relación “sana” hasta que no fuese capaz de quererme a mí misma. Sin embargo ahora puedo hacerlo, así que espero que no sea demasiado tarde.
Publicis, Avda Diagonal, 579 -2 planta, Barcelona. En esas pocas palabras se encontraba mi futuro. Era una tarde de invierno y me paré en la puerta de la agencia hasta que le vi salir. Se veía mucho más mayor y el traje le daba un aire de responsable, aunque yo reconocería ese cabello rubio en cualquier lugar.
Cuando se movió forcé mi camino para que chocáramos. Y antes de que se diese cuenta de quién era solté:
 Deberías mirar por donde vas Espere una respuesta, sin embargo él no respondió nada. Empecé a pensar que era una idiota y que no me recordaba pero ya no podía dar marcha atrás así que susurré:
Hola Aiden, ha pasado mucho tiempo de repente me vi empujada a sus brazos.
¿Elena? No me lo puedo creer. ¿Qué haces por aquí? Ha pasado mucho tiempo Me arme de valor para mirarlo y solté el aire que no sabía que había estado conteniendo antes de responder:
 Una vez te dije que eras tú pero no era el momento adecuado, ahora sí que lo es. Sé que no me conoces y que ha pasado demasiado tiempo. Ni siquiera sé si estás con alguien, pero tenía que verte de nuevo e intentarlo. Sabes que tengo los pies en la tierra y nunca te pediría que lo retomemos donde lo dejamos. Pero he comenzado a trabajar en la clínica veterinaria de la esquina y me preguntaba si tal vez, podríamos ir a tomar un café alguna vez…

Aiden:

Estoy volando a Irlanda y de la mano llevó a conmigo a la  chica de mi vida. Sé que Elena no es perfecta, está un poco loca y es algo celosa. También me pone de los nervios y me reta constantemente, pero sé que las discusiones con ella siempre me roban una sonrisa al final. Y no me importa discutir siempre y cuando todas las batallas finalicen con un beso.  Han pasado años desde la última vez que la vi, pero en estos últimos seis meses he sido capaz de despertar a mi niño interior. Y aunque mi trabajo sigue siendo importante, ya no es mi prioridad. Creo que la necesitaba a ella para darme cuenta de las cosas. Sé que aunque esta curada alguna vez se sentirá insegura, sin embargo yo no soy su padre, y no voy a abandonarla.  Porque sí, es una cabezota. Pero es por eso y por mucho más por lo que me parece jodidamente perfecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario