6 nov 2015

Cielos grises y hojas secas

Los cielos grises y las hojas secas, testigos silenciosos de nuestro final, de una ciudad que al igual que nuestra relación,  con el frío queda muerta.

Siempre supimos que existía una fecha de caducidad, pero el otoño llamó demasiado pronto a nuestra puerta. Los meses no deberían pasar tan deprisa, no me han dado tiempo para saciarme de tus besos y mi cuerpo todavía anhela tus caricias. El verano ha desaparecido contigo y ahora sólo me quedan los recuerdos de aquellas noches esperando a que amanezca. Nuestras calles, que aún nos guardan los secretos han perdido su alegría sucumbiendo bajo la niebla. Me quitaste el calor cuando todavía no me había comprado un abrigo, porque, al igual que el sol, aún espero a que vuelvas. Pero el horizonte solo me muestra cielos grises y al final solo quedamos yo y las hojas secas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario