Un año, 365 días.
365 para olvidarte, para olvidarme.
Para dejar atrás esa parte de mí que sólo saber ser mejor si es contigo.
Para madurar, para almacenar los recuerdos en ese lugar del corazón donde ya no duelen y sólo sacan sonrisas.
Para perder la esperanza, para dejar de buscarte por las calles.
Para no esperar esa llamada o ese mensaje.
Para guardar nuestras fotos, para dejar de esperar encontrarte en la mirada de otras personas.
Para abandonar la costumbre de comparar a cualquiera que conozca contigo.
Para olvidar lo que quise, lo que necesité que fuéramos.
Para seguir adelante, aunque duela, aunque cueste, aunque deje atrás algo de mí que se pierda y que nunca recupere.
Para olvidar lo que quise, lo que necesité que fuéramos.
Para seguir adelante, aunque duela, aunque cueste, aunque deje atrás algo de mí que se pierda y que nunca recupere.
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